Porqué.

Fotografía por: Brian Osornio

Porque son horribles las medias sonrisas y los medios abrazos,
las patéticas medias tintas que navegan en el limbo de la existencia.

Malditas sean las horas en las que vomito tu nombre y acaricio tu apellido.
Maldito el cucú del reloj que atestigua tu ausencia.


Porque es horrible estar viviendo sin ti y muriendo contigo.
Porque a veces duele y las otras también.
Porque es más fácil escribir lo que siento con mi mala letra y mi pobre redacción
que decir las cosas que pienso,
que decir aquello que no te digo por temor a mostrar(me).

Porque simplemente es más simple coexistir con la idea de ti
que aceptar que te has ido y no volverás.
Porque duele menos seguir esperándote que decirte adiós.
Porque así es como soy pero no como quiero ser.
Porque así es el olvido y esto es lo último que a ti escribo.