Sigo despierta.

Estoy despierta a ratos. Vomitando ideas y tragándome la ansiedad de quien quiere hacer tanto y no puede.

Camino en círculos dentro de mi mente; durmiendo cuando debería estar soñando. Me he olvidado de planear y ahora que no estoy sola me siento más aislada y difusa.

Estoy despierta a ratos; arañando con dificultad esa vena que salta en mi cuello de manera intermitente; desgarrándome la paciencia con desesperanza.

Me desdibujo en el tiempo, en el afán de reconstruirme. Me pierdo en una vorágine intangible e inconexa de ideas, de anhelos, de sentimientos que no digo y mantengo guardados.

Estoy perdida y no pueden encontrarme; porque estoy rodeada de gente tan perdida como yo, almas grises que ni siquiera saben que necesitan ayuda. Seres obtusos que me arrastran a un círculo vicioso donde si intento romperlo se burlan porque es todo lo que conocen.

Maldita existencia que ataca en la negrura de la noche y me asfixia en ella; porque no soy lo suficientemente fuerte para luchar pero tampoco estoy tan ciega para dejarlo pasar.

Navego en ese limbo horrible de la mediocridad y las aspiraciones. ¿Cómo definir qué es lo que quieres cuando la identidad se te borra del pecho con cada latido?

Sé quién era y quiero volver aunque sea demasiado grande; aunque ahora sepa más cosas que antes, y tenga que lidiar con esta maldita ansiedad que me hace sobrepensar las cosas una y otra vez en la madrugada.

Cómo se supone que luche contra ese estúpido demonio que me sumerge en el letargo de las horas; que no me deja querer poder ni poder querer.  Cómo se supone que coexista con algo que no se va porque está clavado en la piel envenenando la sangre que recorre mis venas. Esa parte de ti que prevalece y te derrota una y otra vez sin importar lo determinado que te encuentres. Cómo. ¿Cómo?


Comentarios

Entradas populares