Demencia

Deseo escribir una epopeya de tu vida y otra de tu ser, pero mis dedos no me lo permiten.

La boca me escurre, poco a poco mi alma abandona mi cuerpo.
Noto el psique desvaneciéndose por mi izquierda, el deseo de saber dónde se oculta el 'tú y yo' ocupa su lugar, siento el frío de dos y ya es normal.

Mis penas se fueron deshaciendo al caminar, las vi hechas añicos y mi carne se endureció, nada la penetra, ni siquiera tus navajas.

La boca sigue escurriéndome, sin cesar, mi alma se despide y yo no entiendo la razón.

Tengo la impresión de que me voy desvaneciendo al compás de tu sonrisa, tu ironía, la distancia y tus cambios drásticos de humor.

Muero de inanición, muero por hambre, hambre de ti.

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