Querido Lector:

Nadie entiende la ausencia de argumentos en este escrito, simplemente coexiste con mis ganas de inundar de palabras la mente de un supuesto lector.

¿Es mi narcisismo o mi soledad la que me hace escribirte?

Disculpa si interrumpo tu vida, deshago tu idea de leer algo interesante o simplemente malgasto tu tiempo; pero estoy en una encrucijada absurda en la cual no hay motivo, no hay razón para escribirte ¿O es el que no haya razón la razón para hacerlo?

¿Escribo para mí o para ti?
¿Escribo por escribir o de verdad tengo algo que transmitir?

¿Quién le dice al difunto que ha muerto?
¿Quién te dice a ti, lector mío, que yo existo?
Pero más importante aún:
¿Quién me dice a mí que Tú estás allí?

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