La mirada

Fotografía por: Brian Osornio

Sólo era un cuerpo y unos ojos, un sonido y unos rizos. Sólo era una forma como cualquier otra, unas manos con cinco dedos, una libreta sin escribir, él era sólo un cuerpo pero su mirada lo era todo.

Flotando sobre la inmensidad de mis inseguridades, como boya a la mitad del océano, como perdida entre miles de miradas, en anonimato, caí en el abismo inconfundible de la introspección, buscando, todavía, su mirada; su inefable caricia; su sonrisa sincera.

La encontré como si fuera cualquiera y, de nuevo, como la vez primera me vi intimidada; la busqué y esa mirada me pertenecía ¡Maldita inocencia! La vergüenza coloreó mis mejillas y el mundo siguió andando. De pronto esa mirada ya no era mía.