Recaída

 Han pasado exactamente dos meses desde mi última entrada, esa en la que abrí mis heridas y las dejé expuestas para un supuesto lector que me invento. 


En estos 60 días me gustaría decir que lo superé y ya no duele... Pero estaría mintiendo. Soy cobarde para terminar de irme y masoquista por quedarme a medias con la dignidad en los suelos. 


Hace unas horas creía que estaba sanando, que estaba mejor, incluso me permití ser optimista creyendo que pronto el dolor sería un recuerdo nuboso del que me reiría al recordar éste momento... Pero ya no es así. 


Volví a las viejas andanzas de querer atención sin atreverme a pedirla; volví a anunciar que me iba pero ¿En verdad me estoy yendo? 


Escribo porque me desbordo, lo publico por vanidad. Hace demasiado que mis letras no se entintan que perdí el rumbo. Olvidé de dónde sacaba inspiración cuando la vida era más fácil, olvidé quién soy y ya ni sé quién quiero ser. Estoy sin un propósito y la madrugada me envuelve pero no me arrulla. 


Dejo esto inconcluso con la esperanza de no tener que volver a terminarlo. 

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Animo, pequeña! Estarás bien <3

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