Viaje. Parte I

Todo estaba demasiado frío y humedo como para pensar dos veces en el medio de transporte, era muy noche ya y quería llegar a casa. Mis pies estaban entumidos y mojados debido a la lluvia de la tarde.
-Brrr, quiero una cobija -Susurré al entrar a la estación del metro "Tacuba" Pasaban de las 12:30 de la noche, y estaba completamente desierto. Un metro llegó y lo abordé; se veía verdaderamente tétrico: Allí estaba yo, completamente sola en el vagón y en todo el tren. Estaba cansada y por eso comencé a cabezear mientras llegaba a Mixcoac, ya que las estaciones son largas.
El pitido de las puertas al cerrarse me despertó, estaba ya en polanco y una chica estaba sentada frente a mí, mirándome fijamente.

-Estás mojada -Me dijo sin quitarme la mirada de encima.
-Sí, ha estado lluviendo mucho y no traía paragüas. -Contesté con una sonrisa, para poder entablar una conversación.
-Es muy tarde, no deberías estar sola, son casi la 1 de la mañana. -Desvió la mirada hacia mis piernas frías y me intimidó.
-Lo que pasa es que se me hizo tarde en el trabajo -Contesté con reservas.
- ¿Y tu novio te deja venir sola?
-No tengo novio -Miré hacia la ventana, y contemplé nerviosa el pasar rápido del tunel. La chica tocó mi pierna, acariciandola y guiando su mano hacia mi entrepierna.
-¿Por qué, preciosa? - no podá creer lo que me pasaba ¿De verdad una chica me estaba acosando? En ese momento el miedo me inundó y me paré inmeditamente.
-Disculpa pero bajo en la que sigue. -Me dirigí a la puerta, y llegamos a Constituyentes, allí fingir salir del metro y esperé a que se fuera ese tren. El segundo tren no tardó en pasar, lo que fue un alivio, moría de miedo. Aquella era la primera vez que una chica intentaba propasarse conmigo. Era muy tarde y hacía mucho frío. Subí al metro y vi a un chico muy apuesto sentado de lado de la ventana, tomé asiento en la otra hilera y me arreglé el cabello. El chico me brindó una sonrisa y me invitó a sentarme a su lado.
-Hola -dije un poco tímida.
-Hola -Respondió el chico, sin dejar de sonreír - Soy Ricardo -Me extendió la mano y besó mi mejilla.
-Hola, soy Magali.
-Qué bonito nombre, Magali.
-Gracias -Le sonreí como tonta... es que ¡era tan guapo!
-¿Por qué estás sola tan noche?
-Ah! es porque me entretuve en el trabajo y cuando me di cuenta era muy noche.
-Y por qué no tomaste un taxi que te llevara a tu casa?
-Lo que pasa es que no tengo mucho dinero.
-Pues hasta dónde vives?
-Allá por Mixcoac
-uuh, pues qué bueno.
-Se te hace bueno que no tenga dinero?
-No, se me hace bueno que tomaras el metro.
-Por qué?
-Porque así pude conocerte -Me sonrojé mucho mucho! Era la cosa más linda que me decían en el día.
-Awww.... Gracias, también me alegra conocerte. -Llegamos a Tacubaya.
-Aquí bajo, cuídate mucho, va?
-Igual -Me sonrió, le sonreí y nada más. Seguí avanzando en el metro y mi celular sonó.
-Bueno? -Era mi papá, preocupado.
-Dónde estás?
-En San antonio.
-Sale, te veo en Mixcoac. Por qué tan tarde?
-Es que me quedé haciendo los reportes para faltar mañana.
-Ok, te veo en Mixcoac, esperame frente al metro. Te mando msj cuando llegue.
-Sípidipi. Te amo.
-Y yo a ti -Colgó, y yo llegué rápidamente a Mixcoac, no tenía ganas de esperarlo afuera con el frío que hacía. Bajé del metro y noté que había un señor dormido en el andén, pasé de largo y vi de reojo cómo el vago se levantaba y se dirigía a la salida muy rápido. Me gritó.
-Hey, Güerita, ven pá cá! -se notaba que estaba ebrio. Yo camine mucho más rápido. De la nada, subiendo las escaleras estaba el mismo chico que conocí en el metro, me abrazó y me jaló hacia la salida del metro....





Sin duda continuará. Cuándo? No lo sé. Lo único que sé es que mi mente es retorcida y simple.

"Duerme si estás dispuesto a soñar"