Antología

Hoy me enteré de que el curso de creación literaria en el que participo fue cancelado y se está haciendo una recopilación de firmas para solicitar que éste y muchos otros programas sociales de Cultura Comunitaria permanezcan abiertos. Así que traigo una recopilación de unos mini-textos que escribí durante el curso. Así que, si puedes apoyarnos firmando Esta petición, te lo agradeceré infinitamente. 

No hay peor lucha que la que no se hace.

Con el sabor en los labios del té verde fundiéndose en mis entrañas, miro por las ventanas enmohecidas ahora por la ausencia de las ganas que me observan desde afuera hacia adentro; ni siquiera el azúcar que satura mi lengua es capaz de limpiar el resabio amargo del adiós. Te fuiste, me fui. Nos fuimos y hoy en día soy el único que sigue mirando atrás. 

Desde esta morada observo en silencio que nadie me nota; la monotonía de mi vida la ha hecho tediosa pero el calor del líquido a primer hervor parece colorear la visión del mañana con la misma intensidad que mis mejillas. El tiempo se desdibuja en una espera que pareciese ralentizarse a voluntad y sin patrón visible. Desde éste sitio me siento a existir y apenas si subsisto.

Todavía te recuerdo ecuánime, taciturno y meditabundo. Recuerdo tu tacto al sol y recorro cada recoveco de tu piel con mis manos mientras tus labios delgados e impertérritos me recuerdan y, aunque ya no digan mi nombre, tienen en su filo mi huella; atesoran el recuerdo de los míos y lamentan la ausencia de lo que alguna vez fue uno. Ellos no saben de temores, prejuicios ni despedidas. Me nombran en su lenguaje, me nombran en mi ausencia mientras tú me olvidas.

Vinieron con el viento y se marchitaron en el invierno. No dejaron espacio al lamento pues, en su muerte, nacieron los recuerdos.