La casa.
Quiero una casa, mi casa para hacer y deshacer; donde no tenga que buscar entre desconocidos quién me quiera querer y corresponder todo lo que estoy dispuesta a entregar.
Quiero un hogar donde tenerme a mí misma sea más que suficiente, donde la comida deje de aparecer mágicamente en el refrigerador y la ropa se lave con el poder de desearlo. Un lugar donde sepa que todo será hecho por mí o no será.
Quiero volar mas los pies se me pegan al suelo por el miedo a perder la conveniencia. No me siento capaz de convivir conmigo misma y eso es, tal vez, la excusa que me invento para no crecer. En este momento me siento sola aún estando acompañada. Siento que nadie me quiere... aunque sepa que lo hacen.
¿Cómo se supone que me sienta menos sola si estoy desolada? No sé si quiero una casa pero, en el fondo, quiero mi casa.
Comentarios
Yo estoy a unos pasos de conseguir mi casa finalmente, pero ese sentimiento que describes es el que he estado experimentando por años.
Ya llegará tu momento también!